miércoles, 8 de mayo de 2013

Nadie es Perfecto

Por BÁRBARA HERMIDA

En 1959, nadie podía imaginarse qué tipo de película estaba en la mente de Billy Wilder. Una comedia, ambientada en los años 30, que contaba con grandes actores principales del momento, como son Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon, entre muchos otros.

"Con faldas y a lo loco" fue considerada por los expertos del celuloide de ese momento, como una apuesta muy arriesgada, y vaticinaron un completo fracaso en taquilla. Se equivocaron. 
El público enloqueció con esta comedia, que rompía completamente con los cánones establecidos del género; tanto es así, que el filme comienza con la masacre de San Valentín, en aquel lejano Chicago de 1929. Más tarde, el American Film Institute bautizaría al filme de Billy Wilder como "la mejor comedia de todos los tiempos".
Si se traduce el título del filme inglés (Some like it hot) muchos encontrarán incongruencias con el título en castellano. Esto se debe a que "A algunos les gusta caliente" fue sustituido en España por el título de la canción de moda en aquel momento, "Con faldas y a lo loco".

En esta comedia, muchos buscan la actuación de Marilyn Monroe, considerada como una de las actrices más atractivas del mundo cinematográfico a lo largo de su historia.
Sin embargo,en el rodaje de esta película la actriz fue la pesadilla para el resto del equipo. Habituaba a llegar dos horas tarde al rodaje, y tenía tales dificultades con el guión que en ocasiones tenía pancartas con su texto escondidas entre el escenario (por eso, y si nos fijamos bien, en algunas escenas la actriz parece estar mirando más allá de las cámaras).
Era tanta la locura que desprendía la actriz con sus actuaciones tras las cámaras que el propio director se aseguró de que la actriz no fuese invitada a la fiesta de fin de rodaje.


Un tiempo más tarde, ante la pregunta de si volvería a trabajar con Monroe, Billy Wilder afirmó: "Mi psiquiatra me ha dicho que soy demasiado viejo y demasiado rico para pasar por eso otra vez".
Pero no solo la actitud cuestionable de la actriz complicó el rodaje, sino que había que contar con un imprevisto importante. La película estaba pensada para ser realizada a color, pero tras las pruebas de maquillaje, los personajes de Tony Curtis y Jack Lemmon parecían máscaras con aspecto verdoso y desagradable, en vez de ser mujeres con cara de porcelana.
Por ello, se decidió como solución el rodar la película en blanco y negro, donde el abundante maquillaje y su extraño resultado quedaban mitigados bajo unos rostros femeninos algo rudos. 
Marilyn Monroe también se opuso a este cambio, pues en su contrato estaba definido que la película se rodaría en color. Solamente permitió continuar con el rodaje cuando se le aseguró que su figura y su rostro quedarían perfectos en blanco y negro. 


En definitiva, una película rompedora y novedosa, que te lleva en un viaje inesperado de dos hombres al mundo femenino, con sorpresas de lo que éste oculta tras las medias y el maquillaje. 120 minutos de aventuras y romances, escritos desde una perspectiva divertida y alocada, en la que Marilyn Monroe incluso acaba eclipsada por las brillantes actuaciones de sus dos compañeros de pantalla.

Si los personajes de la película se ponían faldas y actuaban como locos, no hubiese sido de extrañar que los productores de la película hubiesen acabado locos por las faldas.

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