sábado, 11 de mayo de 2013

CÓMO HACER QUE REÍRSE EN EL EL CINE RESULTE INCÓMODO. Crítica: Los Amantes Pasajeros.


Por GUILLER VERDÍN




La última película de Pedro Almodóvar se nos presenta como su vuelta a la comedia, a la comedia más absurda. Una cinta de carcajada fácil y de puro entretenimiento pese a tener ciertas escenas sobrantes, de muy poco peso para la historia y que la hace perder ritmo. Los Amantes Pasajeros es una historia grotesca de esas que hacen sentir incómodo al espectador en su butaca y que son tan propias del encumbrado director manchego.

             De guión suelto y acertado en algunos chistes pero pobre y repetitivo, obcecado en el recuso erótico-sexual. Con grandes interpretaciones del trío protagonista y muy mediocres de algún secundario, Almodóvar acierta al elegir a Cámara, Arévalo y Areces, los tres actores cómicos más en boga del momento, que han sabido acoplarse entre sí perfectamente. Los Amantes Pasajeros es un auténtico auto-homenaje, que bien podría titularse Locazas al borde de un ataque de nervios.

Media estrella sobre cinco.


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