Por BÁRBARA HERMIDA
Por Esta obra
maestra del cine comienza cuando Holly (interpretada por Audrey Hepburn) baja
de un taxi con un estrecho y elegante vestido negro; se para frente al
escaparate de Tiffanys, la famosa joyería. Allí, desayuna observando los diamantes
y más tarde, toma rumbo a su hogar,
Pero este no
es un día cualquiera, pues esa mañana conoce a Paul Varjak, su nuevo vecino.
Paul, un guapo escritor recién llegado a Nueva York, queda rápidamente
enganchado a la vida frenética y divertida de la protagonista, y comienza a
escribir tras años de improductividad.
Juntos pasan
por mil aventuras y sucesos, como la aparición del ex marido de Holly, Doc, que
pretende llevar a Holly a su antiguo hogar. Por otro lado, está la amante de
Paul, que no acepta el hecho de que su dinero ya no sea suficiente para
mantener al escritor a su lado.
También
pasan momentos inolvidables grabando un anillo en Tiffany, robando una careta o
desayunando con champán.
Pero Holly, que no deja de ser una vividora, se ve abrumada por los sentimientos que Paul siente por ella y los que ella está empezando a sentir, pues considera que amar a alguien es encerrarse en una jaula, donde la otra persona tiene el control sobre ella.
Asustada, decide irse a Sudamérica, abandonar su vida en Nueva York y a Paul con ella.
Paul, que está cansado de perseguirla por todo Nueva York, decide exponerla claramente su amor y hacerla saber que está equivocándose alejándose de él. Esta breve y dura charla con Paul en el taxi hacia el aeropuerto la hace darse cuenta de que es ella misma la que está provocando su infelicidad, y sale en busca de su amor verdadero bajo la lluvia.
Esta película supone la adaptación al cine de la novela “Breakfast at Tiffanys”, escrita por Capote en 1958. Sin embargo, la historia narrada en el libro no está verdaderamente relacionada con la película, puesto que según el guionista de la película “no era una historia para el cine. En el libro no ocurría prácticamente nada. Solo había una chica magnifica, un papel perfecto para Audrey Hepburn. Lo que teníamos que hacer era inventar un argumento, incluir una historia de amor importante y convertir al héroe en un heterosexual de pelo en pecho”.
Esta película obtuvo 5 nominaciones a los Oscar en 1961, y fue merecedora de dos de ellos: mejor banda sonora no musical, y mejor canción, “MoonRiver” Interpretada por Audrey Hepburn.
Pese a ganar dos Óscar y con la gran aceptación que tuvo la película ante el público, la actriz nunca llegó a sentirse satisfecha con su papel en la película, pues siempre se preguntó si había arriesgado lo suficiente en el papel.
Tal vez causa de ello fuese que Hepburn había sido madre hacía poco tiempo, y al principio no se había visto atraída por el papel, dado que lo consideraba un paso atrás en la madurez que había adquirido en su vida personal en aquel momento.
Existen datos curiosos sobre esta película:
Uno de ellos, es que este filme revolucionó el mundo de la comedia, creando un nuevo modelo conocido como “comedia sofisticada” que sentará como un guante a la glamurosa década de los 60. Tanto es así, que la actriz protagonista no dudará en volver a este género posteriormente, en el que se siente muy cómoda, en películas como “Vacaciones en Roma”.
Es curioso saber que, tras el éxito de “Desayuno con Diamantes”, Audrey Hepburn se convirtió en la segunda actriz mejor pagada de Hollywood, después de Elisabeth Taylor.
Una loca y divertida comedia romántica que no pasa de moda, con personajes míticos y un guión espectacular; todo ello, y mucho más, sonando bajo la batuta del maestro Henry Mancini con MoonRiver, un clásico dentro de los clásicos en blanco y negro que no puede faltar en nuestra memoria, ni en nuestro corazón.
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