Por MARCOS RODRÍGUEZ
© 2013 Columbia
Pictures Industries
Tensión.
Tensión es la palabra que mejor define Capitán Phillips.
Tensión es la palabra que mejor define Capitán Phillips.
Una
agotadora experiencia que te sumerge de lleno en el terrible suceso que sufrió
Richard Phillips en 2009, cuando unos piratas somalíes abordaron su buque “Maersk
Alabama”.
La
película es perfecta para refrescarle esta historia al espectador bajo la
trabajada dirección de Paul Greengrass, que consigue que también nos quedemos
atrapados en el barco. Puede que se llegue a hablar de película de acción, pero
lo que el director nos ofrece es un intenso thriller.
Es más, creo que debería estudiarse como buen ejemplo de este género
cinematográfico.
© 2013 Columbia
Pictures Industries
Tom
Hanks recrea uno de los personajes con más fuerza e interés de su carrera. Esta
vez cambia su cara cansina por una cansada, un rostro totalmente exhausto fruto
de la extrema situación que le ha tocado sufrir. Al igual que él, llega un
punto en el que necesitamos salir a la cubierta para tomar aire, necesitamos
escapar del ambiente claustrofóbico que nos ahoga a pesar de estar rodeados de
un espacio tan gigante como es el océano. Phillips está aterrorizado, pero
conserva su fortaleza en todo momento, presentándose como un modelo a seguir y
demostrando así el aguante del ser humano.
Pero
Hanks no es el protagonista absoluto. El debutante Barkhad Abdi se convierte en
el otro peso pesado con su interpretación del desquiciado líder de los piratas.
No
podían haber elegido un rostro más creepy
para el malo de la historia. Es un personaje tan bien conseguido que por
momentos piensas que un pirata de verdad se coló en el rodaje y secuestró al
equipo de la película.
A lo
largo de la cinta vas conociendo mejor su manera de pensar y actuar. Pasas de verle
como un sádico a sentir algo de empatía y entender que en el fondo para él es
como un juego de niños, no le importa lo que pueda pasar porque no tiene mucho
que perder.
Id a verla y sufrid con gusto.
© 2013 Columbia
Pictures Industries
Cada
escena en la que los piratas se enfrentan a la tripulación equivale a un
momento de sudoración máxima, sobre todo por esa irracionalidad total que debe
experimentarse en los secuestros, en los que en cuestión de segundos puede
pasar lo peor. Ver Capitán Phillips
es ver una película con una granada en la entrepierna.
Y el olor,
el olor… Casi puedes oler el entorno de la película. Sudor, gasolina, humedad. Hacía
tiempo que una película no despertaba tanto mis sentidos. El calor asfixiante
es otra característica que el espectador puede llegar a sufrir. De hecho, toda esta
presión es la que puede contagiarte de esa prepotencia americana que, fruto del
miedo, te hace querer tirar por la borda a los piratas de la peor manera
posible.
En
definitiva es para lo que deberían servir algunas películas: provocarte vivencias
que no has experimentado (por fortuna, en este caso). Comparable en este
sentido a la increíble Gravity, creo pasará
mucho tiempo hasta que volvamos a sentir tan intensamente una película.Id a verla y sufrid con gusto.
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