POR JOAQUÍN RODRÍGUEZ
Una película para niños siempre será una película para niños, sobre todo cuando toda una sala de cine pregunta, ríe a carcajadas e intercambia alguna que otra palomita aérea entre la bancada. Una cinta de dibujos animados durante una tarde de domingo, es igual a éxito en taquilla y muchos padres que miran de reojo los carteles de otros filmes más adultos. Sin embargo, estos mismos padres se llevaron una buena sorpresa, porque la segunda entrega de GRU es desternillante, vibrante, muy divertida.
Tras la conversión en bueno de nuestro particular villano, Gru lleva una agradable vida familiar junto a sus tres divertidas hijas y sus menudos ayudantes amarillos, los Minions. Sin embargo, el robo de una poderosa toxina unido a una serie de misteriosas desapariciones, llevarán a Gru hasta el papel de héroe para salvar el mundo, una vez más. Diversidad de escenarios, una sucesión de aventuras y todo tipo de artilugios dan la bienvenida al espectador a una trama de tinte familiar, en la que GRU y sus tres niñas bonitas entretienen al más pintado.
Precisamente, son estos ayudantes de color amarillo y llamativas gafas los que más sonrisas arrancan entre los espectadores. Los gags de sus peripecias y las tontas peleas entre estos simpáticos ‘Huevos Kinder con vida’ (los Minions), marcan el ritmo de la historia. Para terminar, es una delicia dejar volar la imaginación con los inventos, artilugios y vehículos de la película. Una trama directa, sin ambages, altamente entretenida y por supuesto con un final más que agradable, componen una película digna del mejor niño que llevamos dentro.
Publicado por Joaquín Rodríguez el 9 de julio de 2013.
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